La idea de que "la creación está terminada" podría ser el concepto más trascendental para comprender la manifestación. Si esto es verdad, revelaría una infinidad de deseos que pueden materializarse. Analicemos con un ejemplo:
Imaginemos a Pedro #1, un hombre de 32 años, casado, con una hija y trabajando en una empresa de ingeniería. Esta es la vida que eligió, consciente o inconscientemente, con su imaginación.
Ahora visualicemos a Pedro #2, idéntico a #1 hasta los 25 años. Pero a partir de ahí, #2 decide dedicarse a la música en vez de seguir el camino de #1. Pedro #2 existe en una realidad donde Pedro #1 también está, pero tomó una ruta diferente.
Para que #2 pudiese concebir la opción de ser músico, tuvo que existir antes un Pedro #3 que fuese músico. Estoy separándolos para que tengamos sentido de ellos.
Continuando, Pedro #3 tiene las experiencias de #1 y #2 pero elige un camino distinto, manifestando otra versión: Pedro #4. Y así sucesivamente hasta un número infinito de Pedro.