Maravilloso

La primera persona soy YO y la primera persona en acción soy YO SOY. Es más grande que todas las creencias, incluso la muerte.
Maravilloso

Mi nombre es maravilloso, el Poderoso, el Consejero, el Príncipe de Paz. Mi reinado no tendrá fin y el gobierno recaerá sobre mis hombros.

Invoca mi nombre y te responderé; es por eso que, cuando pronuncias la palabra maravillosa, el alma misma de la idea se levanta y se sacude su manto funerario. Llamarlo maravilloso, aunque esté cubierto de apariencias de muerte y enfermedad, de pecado o pobreza, es ver al dormido Lázaro levantarse, no de la muerte, sino de las creencias, y despojarse de sus vendas y ataduras limitantes.

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Luz