25/10/1971
El título de esta noche es "La casa del alfarero".
Esta historia se cuenta en el capítulo 18 del libro de Jeremías. “La palabra del Señor vino a Jeremías: 'Desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.' Entonces bajé a la casa del alfarero, y allí estaba él trabajando en su torno. Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero, y la transformó en otra vasija, como al alfarero le pareció bien hacerlo. (Jeremías 18:1-4)
Ahora bien, como les dijimos la semana pasada, estas historias son parábolas. Tienes que extraer el significado de la historia. En el capítulo 64 del libro de Isaías lees: “Oh Señor, tú eres nuestro Padre, nosotros somos el barro, y tú nuestro alfarero; todos somos obra de tus manos”. (Isaías 64:8) Aquí equipara al Señor nuestro Padre con el alfarero, y se afirma con toda claridad que nosotros somos el barro.
Si he de bajar a la casa del alfarero, no necesito moverme de donde estoy. ¿No se me ha dicho: “Somos templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros”? (I Corintios 3:16) Entonces, ¿a dónde podría ir, además de donde estoy? Entonces, esta [que indica el cuerpo] es la “casa del alfarero”.
La palabra alfarero significa por definición en la Biblia. . si tomas la Concordancia de James Strong. . significa imaginación. Significa “determinar; para formar una resolución”. Bueno, ahora determino ser un cierto hombre, lo cual, por el momento, la razón me dice que no lo soy. Mis sentidos me dicen que no lo soy. Sin embargo, me gustaría serlo.