08/06/1970
Pablo nos dice que todo lo que se escribió en tiempos pasados fue escrito para nuestra instrucción. Cuando habla de cosas “escritas en tiempos pasados”, se refiere sólo al Antiguo Testamento. No cita ningún otro libro. No cita a Platón, los Vedas, los Upanishads ni ningún libro antiguo, sólo el Antiguo Testamento; y nos dice que fueron escritos –estos libros– para nuestra instrucción. Nos dice que todos fueron llevados a cumplimiento; que todas las promesas de Dios encontraron su “sí” – su cumplimiento en Él, es decir, en el Señor Jesucristo. Identifica al Señor Jesucristo con Dios mismo.
Ahora nos dice que esta es nuestra esperanza. Todo este cuadro del pasado es la esperanza del hombre porque Dios ha completado Su plan de salvación. Lo que realmente nos está diciendo es que nuestro cerebro1 en realidad retrocede contra el Infinito, y el Infinito se despliega creativamente en nosotros.
No podemos fallar, porque todo el drama ha terminado y nuestro cerebro simplemente retrocede contra el Infinito. Entonces, sólo podemos llegar a ser lo que Dios ya es. Esa es la historia para nosotros. Es el compromiso de Dios consigo mismo; que Dios se hizo hombre, para que el hombre se convierta en Dios. En realidad, estamos respaldados por el Infinito: nuestro cerebro; y el drama tiene lugar, ¿puedo decírtelo? en el cerebro del hombre.