26-04-1971 –
Todo el mundo manifestado va a mostrarnos qué uso hemos hecho del don de Dios. Recibir un regalo no significa que lo vayamos a utilizar sabiamente, pero tenemos el regalo. Todo el mundo tiene el don; y el mundo simplemente refleja el uso de ese don.
En “El mercader de Venecia”, Shakespeare pone estas palabras en boca de Porcia: “Si hacer fuera tan fácil como saber qué es bueno hacer, las capillas habrían sido iglesias y las cabañas de los pobres, palacios de los príncipes. Es un buen divino el que sigue sus propias instrucciones. Puedo enseñar más fácilmente a veinte lo que es bueno hacer que ser uno de los veinte que sigue mi propia enseñanza”.
Así que a ti y a mí nos han dado un regalo. ¿Qué uso le hemos dado? En un libro escrito en el primer siglo, escrito en la época de nuestro Evangelio, se llama Hermética y esta es una traducción de Walter Scott. Es una maravillosa serie de cuatro volúmenes; y en esto dice: “Hay dos dones que Dios ha dado sólo al hombre, y a ninguna otra criatura mortal, y estos dos dones son la Mente y el Habla. Y los dones de la Mente y el Habla son esenciales e idénticos a la Inmortalidad. Si se usan correctamente, el hombre no se diferenciará en nada de los inmortales; y cuando abandone el cuerpo, estos dos serán sus guías y lo conducirán a la tropa de los dioses y. a las almas que han alcanzado la bienaventuranza”.