5 de mayo de 1963
Se nos dice en el capítulo 40 del Libro de Isaías:
"La hierba se seca, la flor se marchita... pero la palabra de Dios permanece para siempre (versículos 7 y 8)". La Biblia es la palabra de Dios en su totalidad. No importa hasta qué punto pueda exceder los límites de nuestra lógica, seguirá vigente para siempre, y tú y yo experimentaremos todo lo que contiene ese libro. Si en este momento no podemos captarlo, no intentes cambiarlo y déjalo como está. Se probará en la serie más maravillosa de experiencias místicas que jamás hayas concebido. De hecho, no podrías concebirlos. Así que ni siquiera intentes cambiar el libro, déjalo tal como está. Permanece para siempre. Todo se desvanecerá y marchitará, pero permanecerá para siempre.