27/02/67
Si logro que uses tu Imaginación fuera del límite de tus sentidos, lo he logrado. Porque os digo que todo el vasto mundo en el que vivimos es todo Imaginación, todo Dios, nada más que Dios.
Así que esta noche abordaremos uno de los misterios de las Escrituras, porque las Escrituras son un misterio desde el principio hasta el final. Pablo declaró en su carta a Timoteo: “Confesamos que grande es en verdad el misterio de nuestra religión” (1 Timoteo 3:16). El hombre piensa que es una simple y pequeña historia secular. Entonces, volvamos a un pensamiento que expresó Pablo: “Porque así como en Adán todos los hombres mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su orden” (1Cor.15:22). Adán es el género humano y toda su descendencia está en él, y todos son mortales. Cristo también es universal y todos serán vivificados en él. Ahora, usted piensa al leer esto que hay dos: Adán, el hombre mortal, y luego Cristo, que vino a redimir al hombre de este mundo de muerte. Eso es lo que parece ser en la superficie. Pero escuchen atentamente: “Yo soy el primero y el último. Morí y he aquí que estoy vivo para siempre”. ¿Es Adán algo que Cristo vino a redimir, algo distinto de él mismo, o son estos dos uno? Si yo soy el primero y el último, ¿cómo podría Adán ser distinto de mí? ___(??) Adán solo.
