3 de diciembre de 1963
El tema de esta noche es "¿De dónde eres?" Esto lo encontrarás en el capítulo 19 del Libro de Juan. Y el rabino dijo a Pilato: “Tenemos una ley, y según esa ley él debe morir, porque dice ser Hijo de Dios” (versículo 7). Y su ley no lo permitiría. Porque sabemos de dónde es este hombre, sabemos todo acerca de él; y cuando aparezca el Mesías, nadie sabrá de dónde es, por lo que su afirmación es falsa. Entonces, cuando aparezca el Mesías, será hecho misteriosamente. Y, sin embargo, sabemos exactamente de dónde es este hombre. Ni siquiera sus propios hermanos creen en él. Y dijo a sus hermanos: “Aún no ha llegado mi hora, pero vuestra hora siempre está aquí”. Y luego lo repitió pero lo matizó: “Aún no ha llegado mi hora” (Juan 7:6). Conocía su tiempo. Está hablando de dos tiempos completamente diferentes, dos mundos completamente diferentes, dos edades diferentes. Entonces, “Mi tiempo aún no ha llegado del todo, pero vuestro tiempo siempre está aquí”. No es un ___(??) para ello, siempre está aquí, pero mi momento aún no ha llegado del todo.
Entonces Pilato le dijo: “¿De dónde eres?” y Jesús no respondió. Y Pilato le dijo: “¿No quieres hablarme? ¿No sabes que tengo poder para liberarte y poder para crucificarte?” Y Jesús le respondió: “No tienes poder sobre mí, a menos que te haya sido dado desde arriba; Por tanto, el que me entregó a vosotros, mayor pecado tiene” (Juan 19:11). No responde a la primera pregunta de Pilato, pero corrige su malentendido sobre el poder. Él no responde “¿De dónde eres?” No se lo dice, porque Pilato nunca lo entendería; pero corrige el malentendido de Pilato de que es el malentendido del poder por parte del mundo. Pilato pensó que tenía el poder de liberarlo o crucificarlo. Simplemente le estaba diciendo que no tenía ningún poder a menos que se lo hubiera dado desde arriba.
Por un día tendrás esta experiencia y saborearás el poder de la nueva era. Y verás una escena como esta. Al probar este poder de la nueva era, sabrás que todo está animado y que tú eres el poder que lo anima. Detendrás dentro de ti una actividad que sientes. En ese momento del arresto, todo se detiene y está muerto. Está hecho como si fuera de arcilla. No sólo el aspecto exterior sino su cerebro, que es tan fluido, tan vivo y tan pulsante, que también si abrieras el cráneo sería como arcilla. El corazón que bombea y bombea, ese también sería como arcilla. Todo el asunto, incluidas todas las estructuras internas, quedaría congelado. Entonces liberarías dentro de ti la actividad que habías detenido y todo volvería a animarse y continuaría su curso y realizaría su intención. Entonces sabrías lo que quiere decir con “este tiempo”, que es para siempre, en comparación con “su tiempo” y cuando dijo a sus hermanos: “Mi tiempo aún no ha llegado del todo, pero vuestro tiempo siempre está aquí”.